Halitosis: Una Condición Más Común de lo que Crees

Shot of a handsome young man smelling his breath during his morning grooming routine.

La halitosis, más conocida como mal aliento, es un problema común y una condición que puede afectar tanto la salud física como emocional de quienes la padecen. En una sociedad donde la higiene personal y la imagen tienen gran relevancia, esta afección puede generar impacto psicológico significativo, afectando la confianza y las relaciones interpersonales.

¿Qué es la halitosis?

El término “halitosis” proviene del latín halitus (aire respirado) y osis (alteración patológica). También conocida como estomatodisodia, se refiere a un aliento desagradable que puede ser molesto para las personas cercanas.

Causas de la halitosis

El 98% de los casos están relacionados con problemas que requieren evaluación profesional, como odontólogos y otorrinolaringólogos, para garantizar un tratamiento efectivo. Entre las causas más frecuentes encontramos:

  • Enfermedades periodontales: Afecciones en los tejidos blandos de la cavidad bucal.
  • Acumulación bacteriana en la lengua: Bacterias anaerobias en el dorso lingual.
  • Trastornos sistémicos y enfermedades: otorrinolaringológicas o gastroenterológicas.
  • Alimentos de fuerte olor: Ajo, cebolla, curry y especias intensas.

El mal olor en el 85%-90% de los casos proviene de bacterias anaerobias ubicadas en el dorso de la lengua y el surco gingival.

Estas bacterias descomponen residuos de alimentos y producen compuestos volátiles de sulfuro, responsables del mal olor.

Factores de riesgo

  • Edad: Más del 30% de las personas mayores de 60 años padecen halitosis en algún momento.
  • Género: Aunque las mujeres suelen percibir más rápidamente el problema, es más común en hombres.
  • Hábitos: Consumo de tabaco, alcohol, café y una dieta rica en proteínas pueden agravar la condición.

Prevención y manejo 

La buena noticia es que la halitosis puede prevenirse y manejarse con hábitos adecuados de higiene oral y cambios en el estilo de vida. A continuación, algunos consejos prácticos:

 

  1. Cuidado dental: Cepilla tus dientes y tejidos blandos, con seda dental y enjuague bucal para eliminar residuos en zonas difíciles.
  2. Limpieza de la lengua: Lava suavemente la parte posterior de la lengua.
  3. Enjuagues profundos: Utiliza enjuagues bucales, especialmente antes de dormir.
  4. Chicle sin azúcar: Mastícalo por cinco minutos para estimular la saliva en caso de sequedad bucal o tras comer alimentos ricos en proteínas.
  5. Hábitos alimenticios: Reduce el consumo de alimentos como ajo, cebolla y especias fuertes, así como alcohol, tabaco y café.
  6. Hidratación: Bebe suficiente agua para mantener la boca hidratada.
  7. Consulta a un especialista: Si los síntomas persisten, acude a un odontólogo para una evaluación profesional.

Consulta más tips aquí.

 

El mal aliento no solo es un problema de higiene; puede ser señal de condiciones en la salud. Con una rutina adecuada y el apoyo de un especialista, es posible recuperar un aliento fresco y la confianza en uno mismo.

¡Recuerda! Una buena higiene bucal es el primer paso para mantener tu sonrisa y tu aliento siempre frescos.

 

 

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