El impacto del azúcar en la salud oral

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda no ingerir más de 25 gramos de azúcar al día, ya que se pueden generar enfermedades no transmisibles como la diabetes o la hipertensión; y puede generar caries dental  “las enfermedades dentales son las enfermedades no transmisibles más prevalentes del mundo”. 

Las tasas más altas de caries dental se presentan cuando el nivel de ingesta de azúcares es superior al 10% de la ingesta calórica total. Pero la caries no es el único problema que se puede presentar, la caries puede llevar a enfermedades en el hueso, las encías y pérdida de los dientes. 

Los efectos que puede tener el azúcar en la cavidad oral: 

Aumento de la placa dental: Las bacterias presentes en la placa dental se alimentan de azúcar y, al alimentarse, se reproducen y se acumulan en mayor medida sobre los dientes. Si no se elimina oportunamente, esta placa puede llegar a endurecerse y puede ser más difícil de eliminar. 

Incremento de la acidez bucodental: Las bacterias de la boca se alimentan de azúcar y, como resultado, producen un ácido que es dañino para los dientes. Cuanto más estamos expuestos a ese ataque ácido más se debilita el esmalte y aparecen agujeros en los dientes. 

Aparición de caries dental: Estos agujeros que se forman en los dientes por la acción del ácido son las conocidas caries y las caries si no son tratadas pueden producir dolor, infección e incluso pérdida de piezas dentales. 

Gingivitis o inflamación de las encías: La acumulación de placa dental provoca la aparición de gingivitis, produciendo irritación de las encías y haciendo que se inflamen, se enrojecen y sangran. 

Sensibilidad dental: La presencia de caries o enfermedades de las encías como la gingivitis y la periodontitis pueden producir sensibilidad dental y, como ya hemos visto, el exceso de azúcar puede propiciar la aparición de estas molestias. 

Fractura de piezas dentales: El exceso de ácido en la boca producido por el consumo excesivo de azúcar puede debilitar el esmalte, producir grietas y terminar finalmente en la fractura de piezas dentales. 

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