Durante una consulta odontológica, es común encontrar pacientes con diversas actitudes y reacciones emocionales.

Estos cambios pueden deberse a varios factores, como:

• Enfermedades físicas o cognitivas, que afectan su estado emocional y respuesta al tratamiento.

• Influencias externas, como información errónea en internet o experiencias contadas por terceros.

• Rasgos de personalidad, como la agresividad, el temor o la ansiedad ante lo desconocido.

Como profesionales de la salud, es fundamental recordar que cada paciente es único.

La personalidad de una persona es el resultado de una combinación de factores biológicos y contextuales a lo largo de su vida. Por ello, debemos abordar a cada paciente de manera individualizada, comprendiendo su historia, sus emociones y sus expectativas sobre la consulta odontológica.

Estrategias para manejar la ansiedad y mejorar la experiencia del paciente

Aquí algunos consejos prácticos para ayudar a los pacientes a sentirse más cómodos durante la consulta:

1. Tiempo fuera: Si el paciente muestra un alto nivel de ansiedad, hacer una pausa en el procedimiento y retomarlo cuando se sienta listo.
2. Distracción cognitiva: Conversar sobre temas que le apasionen puede desviar su atención y reducir el estrés.
3. Autoinstrucción positiva: Recordarle que está en manos de un profesional experimentado y que el procedimiento se ha realizado con éxito muchas veces le brindará seguridad.
4. Técnicas de respiración: La respiración profunda ayuda a controlar la ansiedad. Se recomienda la técnica 4-7-8: inhalar durante 4 segundos, retener el aire por 7 segundos y exhalar lentamente en 8 segundos.

Por último, la comunicación asertiva con el paciente y su familia es clave para lograr un tratamiento exitoso y una experiencia positiva en cada consulta.

Comprender sus miedos y expectativas nos permite brindar una atención más humana y cercana.

Por Dra. Natalia Olaya

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