Bruxismo: una condición que puede afectar a tus dientes
El bruxismo es un trastorno caracterizado por el acto involuntario de apretar o rechinar los dientes, generalmente durante la noche mientras se duerme. Este hábito puede también ocurrir durante el día, pero es más común durante el sueño.
Algunas características son:
- Apretar los dientes: La persona aprieta fuertemente sus dientes superiores e inferiores entre sí.
- Rechinar los dientes: Se produce un movimiento lateral o de deslizamiento de los dientes superiores e inferiores de manera repetitiva.
Entre las causas de este trastorno podemos encontrar que son diversas y a menudo multifactoriales, incluyendo:
- Estrés y ansiedad: El estrés emocional y la ansiedad son factores comunes que contribuyen al bruxismo.
- Problemas del sueño: El bruxismo puede estar asociado con trastornos del sueño, como la apnea del sueño.
- Problemas de oclusión: Desalineaciones en la forma en que los dientes superiores e inferiores encajan (oclusión dental) pueden desencadenar el bruxismo.
- Factores psicológicos: Algunas personas pueden experimentar bruxismo como una respuesta a tensiones psicológicas no resueltas.
¿Quieres saber si sufres de bruxismo? Presta atención a los siguientes síntomas:
- Dolor en los músculos de la mandíbula o la cara.
- Dolores de cabeza, especialmente en la zona de las sienes.
- Desgaste excesivo de los dientes.
- Sensibilidad dental.
- Sonidos de rechinamiento notados por el paciente o su pareja durante la noche.
De igual manera, esto puede implicar ciertas complicaciones como daños en los dientes, restauraciones y/o mandíbula, dolores de cabeza relacionados con la tensión, dolor facial o de cuello intenso, y/o trastornos que aparecen en las articulaciones temporomandibulares, que se encuentran justo delante de los oídos y que pueden sonar como un chasquido cuando se abre y se cierra la boca.
¿Cómo deberías tratar el bruxismo en caso de que lo padezcas?
El tratamiento depende de la causa subyacente. Algunos procedimientos comunes incluyen:
- Férulas o protectores bucales: Dispositivos diseñados por un dentista para proteger los dientes del desgaste.
- Gestión del estrés: Trabajar en técnicas de manejo del estrés y ansiedad.
- Fisioterapia: Masajes y ejercicios para aliviar la tensión en los músculos de la mandíbula.
- Corrección de oclusión: En algunos casos, se pueden necesitar ajustes dentales para corregir problemas de oclusión.
Por esto es importante abordar el bruxismo, ya que si no se trata, puede conducir a problemas dentales, dolor facial y otros síntomas relacionados. Si sospechas que padeces bruxismo, es recomendable consultar a un dentista para una evaluación y orientación adecuada.