El estrés y la salud bucal

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El estrés psicológico no solo afecta nuestro bienestar mental y físico en general, sino que también puede tener implicaciones directas en nuestra salud bucal. Sus manifestaciones pueden ir desde el bruxismo (apretar o rechinar los dientes) hasta afecciones más graves como la enfermedad de las encías y las caries.

Una de las formas más comunes en que el estrés impacta la salud oral es a través del bruxismo, también conocido como rechinar los dientes. Esta condición puede presentarse durante la noche mientras dormimos, como una respuesta fisiológica a la tensión emocional, o aparecer de manera temporal durante épocas de alta carga emocional.

Este comportamiento repetitivo puede provocar desgaste del esmalte, exposición de la dentina, dolor dental, fracturas, sensibilidad, dolor mandibular, dolores de cabeza, molestias en el cuello y la espalda. Además, puede generar trauma oclusal, lo cual puede llevar a movilidad dental e incluso a la pérdida de dientes.

Abordar la causa raíz del estrés es fundamental para controlar el bruxismo de manera eficaz.

El estrés crónico también puede afectar los hábitos de higiene oral. En algunos casos, el estado emocional del paciente reduce el interés o la constancia en el cuidado bucal, lo que puede llevar a la aparición de caries, enfermedad periodontal y otras alteraciones en las encías.

Adicionalmente, el estrés prolongado puede debilitar el sistema inmunitario, aumentando la susceptibilidad a infecciones, incluidas las que afectan directamente la cavidad oral.

Otro efecto frecuente es el comer por ansiedad, que suele incluir el consumo de alimentos azucarados o ácidos. Este hábito aumenta significativamente el riesgo de caries y otros problemas dentales.

Controlar el estrés no solo beneficia nuestro bienestar emocional, sino que también ayuda a preservar nuestra salud dental.

Por eso es importante un abordaje interdisciplinario, que incluya a profesionales de la salud mental y especialistas odontológicos, para tratar de manera integral las condiciones relacionadas con el estrés y su impacto en el organismo.

Finalmente, ante cualquier síntoma o molestia en dientes, mandíbula o encías, se recomienda consultar al odontólogo de inmediato para evitar complicaciones que puedan requerir tratamientos más extensos y costosos.

Fuente: Dra. Natalia Olaya Coordinadora Gestión Conocimiento Proquident

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